Por qué debemos prestar atención al cuidado de los dientes de leche

/ noviembre 16, 2017/ Escuela de familias

Aunque parezca mentira, aún mantenemos creencias erróneas y malas prácticas en relación al cuidado de los dientes de nuestros pequeños. Ahora es más difícil oír «una caries en un diente de leche no tiene importancia», pero la idea sí subyace. Aún no sabemos hasta qué punto el cuidado (o falta de cuidado) de las primeras piezas dentales condiciona la salud y la posición de las que vendrán posteriormente. Por ende, condiciona también otras cuestiones relacionadas con la salud bucodental, como es la salud de boca y encías, la pronunciación correcta, la masticación correcta y por supuesto la estética. La presencia de caries en los dientes temporales aumenta la probabilidad de que se desarrollen caries también en la dentición permanente. Además, si un diente primario tiene caries y llega a afectarse la pulpa, puede verse afectado también su sucesor permanente.

Recientemente hemos abordado en las noticias de nuestra web la importancia que en nuestro proyecto educativo tiene crear hábitos, y aquellos que están relacionados con la higiene tienen preeminencia, pues atañen a la salud del niño y a la de sus compañeros. A esto se dedica un tiempo relativamente amplio durante la jornada escolar, porque precisa que la educadora preste atención a cada uno de los alumnos de forma individual. Esta imagen es de Trastes Las Tablas (Madrid), durante el momento del cepillado de dientes.

Los dientes de leche condicionan el espacio de los dientes permanentes. Si un niño sufre la pérdida prematura de un diente de leche hay muchas posibilidades de que la pieza definitiva salga de forma incorrecta después, porque lo más habitual es que la pérdida de un diente ocasione que los colindantes se desplacen para cubrir el espacio. Además, la raíz del diente de leche es reabsorbida, y el cuerpo utiliza sus minerales para terminar de mineralizar los dientes permanentes. Si los dientes de leche están ausentes este proceso fisiológico no se realiza correctamente. La presencia de los dientes temporales en la boca favorece el correcto desarrollo de las estructuras maxilofaciales, tanto a nivel óseo como muscular. Al contrario, la ausencia de éstos puede dificultarlo. Por otra parte, la dentición primaria tiene un papel fundamental en el corte y masticación de alimentos, y por lo tanto en el inicio del proceso digestivo.

No obstante, hay niños que, aun manteniendo una correcta higiene bucodental, tienen mayor tendencia a padecer caries: bien por tener una dentición en la que los surcos y fisuras son muy pronunciados, o porque sus dientes tienen un esmalte más débil, o por su tipo de saliva. Incluso puede haber una cierta predisposición genética. Es por ello que los expertos ofrecen recomendaciones muy útiles para tener en cuenta en relación al cuidado de la boca de nuestros niños. La principal de ellas es que nos asesoremos ya durante el embarazo sobre cómo se debe proceder para estar atentos a la salud bucodental del pequeño. Nos advierten de que no nos podemos asomar a la boca del niño o niña cuando ya tienen un diente que les está doliendo. Por lo tanto, mirarles la boquita y los dientes ha de ser una costumbre habitual (para nosotros y para ellos), así como repasar su cepillado, al menos antes de irse para cama. Nos recuerdan que la pasta de dientes no es un juguete, y que hay que echar muy poquita cantidad sobre el cepillo. Ah! Y muy importante: no debemos acostarlos directamente tras beber el biberón o un zumo. Después de cepillarse los dientes, solo agua.

Para más información, os dejamos aquí un profuso artículo de El País sobre el tema, con recomendaciones de la presidenta de la Sociedad Española de Odontopediatría, que seguramente serán de vuestro interés.