Los múltiples beneficios del juego simbólico

/ abril 25, 2017/ Proyecto educativo

Los niños y niñas se suelen entretener muchísimo con juegos en los que imitan a los mayores, y mientras tanto estimulan múltiples aprendizajes. El juego simbólico, como su nombre indica, consiste en simular que estamos haciendo algo, y son múltiples los contextos con los que se puede poner en práctica: jugar a las comiditas, a hacer la compra, a cuidar al bebé, a ser profesores y alumnos, etc. Como es lógico, los pequeños suelen fijarse en lo que ven en su día a día, por eso jugar «a papás y mamás» suele resultarles muy divertido, tanto si juegan con amiguitos como si lo hacen con muñecos.

A menudo las educadoras de Trastes les sugieren juegos de este tipo, proponiéndoles situaciones con ayuda de ciertos elementos, como es el caso de esta imagen de Trastes Puertollano (Ciudad Real). El objetivo no es solamente que pasen un rato entretenido, sino el fomento de los aprendizajes que el juego simbólico lleva parejos. Además de estimular su imaginación y su expresión oral, los niños y niñas practican psicomotricidad fina. Además aprenden hábitos de cooperación en el juego. Adquieren desarrollo sensorial y mental, a través del uso de los juguetes y, además, mejora su desarrollo afectivo, puesto que durante el juego suelen representar situaciones de conflicto en las que imitan distintas emociones. Por ejemplo, les suele gustar representar que el papá o la mamá riñen al hijo o hija por portarse mal.

Todos los momentos en la escuela Trastes tienen un porqué: todos están programados para aprender, para favorecer el desarrollo de nuestros alumnos. We play and we learn.