Por qué no beneficia retrasar la retirada del pañal

/ marzo 25, 2019/ Proyecto educativo

Retirar el pañal supone para el niño un salto importante en su autonomía, tanto física como psicológicamente. El niño es consciente de que con la retirada del pañal ya ha dejado de ser un bebé. Dejar de usar pañal constituye para él un motivo de orgullo y, por tanto, de refuerzo de su autoestima. Para que el proceso sea lo menos latoso posible para toda la familia, los adultos hemos de poner la vista en el resultado final, y conducir amablemente al pequeño por todas las fases de este aprendizaje.

En Trastes Centros de Educación Infantil el control de esfínteres ocupa un lugar fundamental en las aulas de 1 a 2 años. Las educadoras suelen saber, antes incluso que la propia familia, cuándo el alumno está preparado para retirar el pañal. Esto sucede cuando comienzan a hacer pis en el baño de forma espaciada. Cuando son muy pequeñitos miccionan con mucha frecuencia y pocas cantidades. Cuando se acostumbran a ir al baño a ciertas horas del día, consiguen ir espaciando las micciones, pues se les alienta a hacer pis en el inodoro, y se les felicita cuando lo consiguen. Por supuesto, al comienzo del proceso esto supone estar muy pendientes de ellos y sentarlos en el váter estableciendo una rutina constante.

Errónamente, las familias solemos pensar que nuestro hijo estará preparado para retirarle el pañal cuando pida pis. En ocasiones esto no sucederá mientras el pequeño no entienda el proceso. El niño necesita que se le quite el pañal y comprender qué sucede si no va al baño a hacer pis: se va a mojar. De hecho la primera vez que son conscientes del hecho de hacerse pis suelen quedarse muy sorprendidos, dado que con el pañal no tienen la sensación de humedad.

Como es obvio, cada niño y cada niña son diferentes, y la retirada del pañal es un proceso que requiere su tiempo y que necesita una labor educativa integral detrás, que abarca la atención, el lenguaje, la motivación, el conocimiento del propio esquema corporal… El control de esfínteres es el resultado de un proceso madurativo en todos los órdenes. fisiológico, cognitivo y emocional.

En los primeros días de retirada del pañal el pequeño se va a hacer pis. Esto va a suceder tanto si afrontamos el proceso cuando las educadoras nos lo recomiendan, como si lo demoramos unos meses más. Pero en nuestras manos estará buscar que nuestro hijo llegue o no al segundo ciclo de Educación Infantil con un control de esfínteres consolidado. Así pues, ¿qué actitudes son recomendables y cuáles no?

Qué NO debemos hacer

  • Una cosa que desestabiliza a los niños y niñas es la falta de constancia, o la incoherencia por parte de los adultos. Si retiramos el pañal no hemos de volver atrás, o ponerlo en determinadas ocasiones porque nos conviene a nosotros, ya que al niño no le estaremos haciendo ningún favor.
  • Tenemos que evitar las prisas y la impaciencia, así como los castigos.
  • Debemos cuidar el lenguaje, para no confundir lo que ha sucedido, puesto que un niño que se hace pis es un niño que se moja porque ha tenido un escape, no porque sea un «cochino».

Actitudes que ayudan al pequeño

  • Mantener la calma, afrontar el proceso sin prisa pero sin pausa.
  • Ser coherentes y estables en las normas.
  • Mantener una actitud comprensiva y positiva.
  • Ser accesibles ante las dificultades pero firmes con las normas.
  • Involucrar al niño en el proceso, de tal forma que sea partícipe. Nuestro reto será hacer del control de esfínteres un reto atractivo y placentero en lugar de una tarea tediosa y aburrida.
  • Seguir los consejos de la educadora, quien observa a «nuestro bebé» con objetividad y sabe valorar los signos de su estado madurativo.