La esencial labor de Atención Temprana

/ enero 20, 2022/ Proyecto educativo

Es posible que hayamos oído mencionar en múltiples ocasiones la Atención Temprana, y sin embargo se trata de un servicio aún bastante desconocido para una gran parte de la población, a pesar de la determinante labor que realiza. Se llama Atención Temprana, como área de especialización, al conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños o niñas con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño o niña, han de ser planificadas por un equipo de orientación específico.

El principal objetivo de la Atención Temprana es que los niños y niñas que presentan trastornos en su desarrollo o que pueden padecerlos, reciban toda la atención preventiva y asistencial que pueda favorecer su capacidad de desarrollo y de bienestar, haciendo posible su integración en los ámbitos familiares, escolares y sociales, para favorecer su autonomía personal.

Las acciones que se lleven a cabo en Atención Temprana deben llegar a cualquier menor, ya presente un trastorno o alteración en el ámbito físico, psíquico o sensorial, o esté en una situación de riesgo social o biológico. Un menor sufre riesgo biológico cuando se ha visto sometido a determinados factores perjudiciales para su salud, aun cuando es un feto. Su principal consecuencia es la alteración del proceso madurativo. En el caso del riesgo social, este se vincula a las condiciones sociales que perjudican al sujeto, es decir, maltrato o descuido de los progenitores.

En cualquiera de los casos, el ámbito de actuación de la Atención Temprana tiene en cuenta al niño o niña, a su familia y a su entorno.

 

Prevención primaria

El objetivo de la prevención primaria es evitar en la medida de lo posible que la enfermedad o trastorno se produzca. Por tanto, los programas de prevención primaria deben llegar a toda la población que pueda tener el riesgo de sufrir un problema de salud.

La prevención primaria es la que hace posible los planes educativos en el ámbito sanitario, campañas de vacunación y actividades que mejoran el estado físico y nutricional. El servicio de prevención puede prestarse a un individuo o a la población en general, o puede centrarse en individuos que tengan riesgo de sufrir enfermedades específicas.

El papel que juega en este tipo de prevención la Atención Temprana es el de poder identificar los factores que puedan influir en el desarrollo del niño o niña y elaborar a partir de ahí normas que permitan evitar la manifestación de trastornos en el desarrollo infantil.

En el desarrollo de estas actuaciones toman parte los Servicios de Salud, los Servicios Sociales y los de Educación.

 

Prevención secundaria

La prevención secundaria hace referencia a la detección y la intervención precoz de las enfermedades, trastornos o situaciones de riesgo. Un adecuado seguimiento permite identificar los trastornos en los primeros años:

  • Primer año: Se puede detectar la mayoría de los trastornos de desarrollo más graves, como por ejemplo formas severas de parálisis cerebral, déficit sensorial, trastorno intelectual…
  • Segundo año: Pueden manifestarse las formas moderadas o leves de los trastornos anteriores, así como el autismo.
  • Entre los dos y los cuatro años: Se pueden detectar retrasos y trastornos en el desarrollo del lenguaje. Pueden hacerse más evidentes también los trastornos motrices menores y de conducta.
  • A partir de los cinco años: En esta etapa de aprendizaje escolar se pueden detectar algunas deficiencias mentales leves, disfunciones motoras finas, dispraxias, etc.

 

Servicios educativos

La etapa escolar constituye un periodo muy relevante en la vida del niño o niña, ya que se pueden detectar ciertos trastornos que hasta entonces podían haber pasado desapercibidos. Por ello su escolarización en el primer ciclo de la Educación Infantil, el que va desde los cero a los tres años de edad, proporciona a la familia un valor determinante a la hora de evaluar el desarrollo del menor en sus primeros años de vida.

Trastornos del lenguaje, posibles dificultades de atención, así como alteraciones en el comportamiento pueden ser observados ya en esta primera etapa escolar. Cuanto antes se detecten las posibles problemáticas acaecidas en el menor, mayor posibilidad de mejora existirá.

 

Prevención terciaria

En Atención Temprana, la prevención terciaria podemos entenderla como el conjunto de actividades o actuaciones que se van a desarrollar, tanto con el niño o niña como con su entorno, con el fin de trabajar en el trastorno del desarrollo que se haya identificado.

Los Centros de Desarrollo Infantil y Atención Temprana, también llamados (CDIAT), son centros que prestan atención a los sujetos de edades comprendidas entre 0 y 6 años con trastornos relacionados con el desarrollo, o bien con el riesgo de presentarlos a corto plazo. Dicha atención está enfocada al medio familiar, escolar y social.

Los CDIAT son servicios que deben prestar todas las comunidades autónomas caracterizados por una intervención multidisciplinar e interdisciplinar. Las personas que componen el equipo de intervención son profesionales cualificados y especializados en diferentes áreas. Así, un equipo puede estar formado por: médicos/as, psicólogos/as, pedagogos/as, logopedas, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales, etc.

Así pues, estos equipos de profesionales abarcan tanto los aspectos biológicos, como psicológicos y sociales de cada sujeto en particular, así como los aspectos relacionados con su entorno: esto es, la familia, la escuela o la comunidad.

El objetivo de los equipos de Atención Temprana se centra en la atención a la población infantil con algún tipo de patología manifestada desde que nace y también atiende a aquellas personas que presentan un cierto riesgo de padecerla.

 

Establecimiento y aplicación de los objetivos terapéuticos

Para elaborar el programa de tratamiento de Atención Temprana se tendrán encuentra:

  • Las demandas de la familia.
  • Las necesidades del niño/a.
  • La edad.
  • El tipo de trastorno.
  • La capacidad de participación del contexto del niño/a, tanto familiar como social.

Un Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana debe proporcionar una intervención individualizada y que incluya un tratamiento neuropediátrico, rehabilitación de las capacidades funcionales, intervención en estimulación sensorial, servicios de atención psicopedagógica y logopédica, psiquiátrica y psicoterapéutica y orientación familiar, incluyendo el asesoramiento educativo, psicológico y social.

Para conseguir cumplir con los objetivos terapéuticos se puede intervenir en tres áreas:

  • Atención familiar
  • Atención directa al niño/a
  • Ayuda a la escuela infantil

Colaboración de Trastes con Atención Temprana

Trastes Centros de Educación Infantil cuenta con un proyecto educativo que pone el foco en el desarrollo integral e individualizado del alumno. Por ello, una actividad fundamental de nuestro equipo docente es la evaluación, que se realiza de forma continua y progresiva a lo largo de todo el trimestre.

La educadora cuenta con un material de evaluación que recoge indicadores relativos a las distintas áreas: Conocimiento de sí mismo y autonomía personal; conocimiento del entorno; y lenguajes: comunicación y representación.

El cálculo resultante del cumplimiento o no cumplimiento de los indicadores ofrece a la educadora datos objetivos sobre la evolución del alumno, que se suman a su observación del menor a lo largo del trimestre. De la valoración resultante se determinará si conviene realizar un informe con medidas de refuerzo para entregar a la familia, o un informe para recomendar su derivación a Atención Temprana.

Cuando en el centro hay un alumno que está siendo asistido por Atención Temprana, la escuela trabaja en colaboración con dicho servicio, facilitando información sobre su evolución y siguiendo las pautas estimadas para su mejora. Es habitual que se realicen reuniones periódicas para valorar el progreso del alumno.

 

Comunicación con la familia

Como es lógico, la familia es un pilar esencial para el alumno en todos los sentidos. El entorno más inmediato del menor es el que posee más datos sobre este, y para la escuela resulta imprescindible tener toda la información necesaria por parte de la familia. Tener comunicación fluida entre la familia, los servicios de Atención Temprana y la escuela es fundamental para que todas las personas que interactúen con el alumno en su día a día lo hagan con las mismas pautas, encaminadas en su beneficio.