Más de 30 juegos matemáticos para multiplicar el aprendizaje
Las matemáticas tienen una presencia constante en nuestra vida cotidiana, y los niños y niñas van interiorizando conceptos de esta área del conocimiento desde los primeros meses de vida.
El conocimiento espacial, de extensión y de profundidad corresponde al área matemática. También todas aquellas actividades que implican clasificación, en su innumerable posibilidad de variables: colores, formas, tamaños, pesos, longitudes, sonidos, sabores, frutas, animales, etc. Otro de los materiales matemáticos para los más pequeños de la escuela son los juegos apilables. Con este tipo de entretenimientos aprenden geometría espacial.
Como es obvio mientras se dedican a estas actividades ni los bebés ni los escolares de las aulas superiores tienen consciencia de que están utilizando juegos matemáticos. Sin embargo, así es. Van interiorizando conocimientos y habilidades esenciales para su día a día y que sientan las bases de la futura comprensión de las reglas matemáticas.
Hay infinidad de propuestas para trabajar el área matemático-espacial con los niños y niñas más pequeños. A continuación figuran algunos de los juegos con los que disfrutan en nuestras aulas, al tiempo que ejercitan la observación y la concentración.
Clasificación de colores
La separación por colores es uno de los primeros juegos de clasificación que se proponen. Se trata de una actividad que se puede poner en práctica con muchísimas variantes, sirviéndoos de lo que tengáis por casa. Para los más pequeñitos lo ideal es usar objetos grandes, que puedan ser repartidos a su vez en recipientes de gran tamaño.
Clasificación con aros y piezas
Una variante del juego anterior puede realizarse con aros en lugar de recipientes. En función de la edad de los participantes, podemos valernos de cintas o cuerdas sobre el suelo, que a su vez podrían tener formas geométricas. De esta manera, añadimos más conceptos a los elementos que integran el juego.
Clasificación con vasitos de colores
Vasos o cuencos de colores nos permiten realizar una versión un poquito más difícil en cuanto a psicomotricidad fina se refiere. Así, los niños y niñas deberán colocar un pompón (bola o variante que utilicemos) en el vasito del mismo color.
Clasificación con figuras ensartables
Esta variante de juego de clasificación tiene también por objeto ejercitar la psicomotricidad fina. Proponemos a los participantes agrupar las piezas por colores y enlazando en cada cordón el número indicado. Este tipo de actividades de ensartar supone a los pequeños un reto para su concentración y paciencia. Como todo lo que significa un reto para ellos, esta propuesta les entretiene un montón. Vamos identificando cada número con su cantidad.
Asociación de colores
La asociación de colores, formas u objetos supone una actividad inherente a la clasificación. En juegos como el que se ve en esta imagen, el alumno ha de colocar cada círculo de papel en un hueco del mismo color. De nuevo, en lugar de círculos de papel podríamos usar fichas, pompones o letras de colores.
Clasificación de regletas
Este sencillo planteamiento también proporciona a los niños y niñas un buen rato de concentración y entretenimiento. Solo necesitamos cartulinas de colores y regletas de madera de los mismos colores. En función de su edad, podemos amenizar el juego con retos de velocidad.
Arcoíris de colores
Cuando los niños y niñas han progresado un poquito más en psicomotricidad fina podemos plantearles este juego del arcoíris, fácil de preparar con un cartón grandecito, para tener suficiente espacio. Haremos ranuras en los distintos colores, en las que tendrán que insertar los correspondientes depresores de colores.
Clasificación de colores con láminas y velcro
A partir de la clasificación de colores podemos incorporar otras variables para enriquecer más el juego. Con láminas plastificadas, dibujos plastificados y velcro es sencillo crear el «contenedor» de nuestro interés y sus contenidos. De la mano de los colores podemos introducir a los jugadores en el reciclaje, por ejemplo, para que comiencen a aprender sobre la separación de residuos. Podemos hacer lo mismo con tipos de alimentos, objetos de distintas estancias de la casa, animales según el medio en que viven…
Clasificación de bolitas de papel
Este ejercicio tiene por objeto ejercitar la psicomotricidad fina, por ello haremos bolitas pequeñitas de papel de colores. Los niños y niñas han de separarlas cuidadosamente en distintos recipientes. Se trata también de una actividad que requiere paciencia y concentración.
Pinzas y colores
De nuevo buscamos ejercitar la psicomotricidad fina, y en concreto la función de pinza, incentivando a los niños y niñas a colocar pinzas de colores en el círculo del mismo color. Sumamos a la actividad la pronunciación de los colores en inglés.
Clasificación de frutas
Los juegos de clasificación suelen comenzar con colores porque constituyen una referencia básica para realizar asociación y separación. La adquisición de la asociación les permitirá muy pronto identificar conjuntos de otros objetos, como en el ejemplo de la imagen, en el que se les ha encargado la tarea de clasificar frutas. Si además creamos un espacio de juego amplio, sobre el suelo, creamos una dinámica divertida en la que toma parte la psicomotricidad gruesa. Con niños y niñas mayores resultará muy atractivo competir por equipos.
Pintura sobre formas geométricas
Para introducir a los más pequeños en las distintas formas geométricas la actividad plástica siempre es un divertido aliciente. Así, en este juego usamos a modo de lienzo cartulinas con la forma geométrica deseada. ¡Y a disfrutar con la pintura de dedos!
Juego heurístico sobre formas geométricas
Otra manera de familiarizar a los niños y niñas con formas geométricas es el juego heurístico. El juego heurístico es un juego de descubrimiento y experimentación con el que disfrutan mucho en el rango de edad del primer ciclo de educación infantil. En la imagen vemos una disposición previa del juego para que los participantes experimenten con objetos de forma circular.
Formas y colores en la mesa de luz
La mesa de luz siempre es un soporte muy atractivo para la observación y juego con formas y colores. Sobre ella podemos proponer una multiplicidad de actividades relacionadas con el área matemática. Puede hacerse mediante piezas o láminas de colores, tal y como muestra la imagen. Los niños y niñas también disfrutan con juegos en los que interviene la experimentación sensorial, por ejemplo usando elementos como arroz y cereal sobre la mesa, sobre los que tendrían que trazar las formas con el dedo.
Reproducción de patrones
Con elementos tan sencillos como los que se ven en el ejemplo (una cartulina, bocas de cartones de leche o zumo y tapones) creamos una plantilla en relieve que el jugador tiene que completar. Esta es la forma más sencilla de reproducir un patrón. El paso siguiente sería proporcionarles la plantilla y el tablero de realización por separado. Es decir, sobre el tablero con el esquema de los tapones en blanco, el jugador debe colocar los tapones de colores con la disposición que muestra la plantilla.
Series con piezas ensartables
Más arriba hablamos de un juego muy semejante, cuyo objetivo era crear cadenas de piezas de colores. Esta propuesta aumenta el nivel de dificultad. El jugador ha de concentrarse en la tarea de psicomotricidad fina, pero sin perder de vista el orden en que debe insertar las piezas, que le mostramos en una ficha.
Series en líneas marcadas en el suelo
Como en el juego anterior, los participantes han de reproducir una serie indicada previamente en una línea que está marcada en el suelo. Esta actividad se presta para que jueguen varios participantes en un espacio grande. El juego por equipos, a modo de competición, añadirá el componente de dinamismo para que sea más divertido.
Series y patrones con construcciones
El juego de construcciones puede convertirse en un interesante juego matemático si nos valemos de plantillas para representar la posición de las piezas. A través de ellas los jugadores habrán de componer series y patrones, prestando atención a los colores y tamaños representados. Mediante la tarea se practica la relación de tamaño y espacio, la discriminación cromática, la atención y la concentración.
Pintamos series
Como se ha comentado anteriormente, la pintura es un estimulante camino para trabajar habilidades matemáticas, como la realización de series. Las posibilidades, una vez más, son inmensas. Podemos crear series con colores o plasmando sellos, con partes del cuerpo o utilizando objetos, juguetes, vegetales… Con la pintura podemos crear simplemente una serie o, a través de ella, componer un mural o una figura.
Separamos piezas grandes y pequeñas
La diferenciación de tamaños es otra de las habilidades matemáticas básicas. Con recipientes grandes podemos proponerles un juego de separación de tamaños con decenas de posibilidades. Este juego es particularmente interesante a la hora de recoger.
Psicomotricidad gruesa con tamaños
El aprendizaje sobre los tamaños puede ser una vía para poner en práctica juegos de psicomotricidad gruesa muy dinámicos y divertidos. Con aros de distintas dimensiones les daremos indicaciones para que entren en el pequeño, el mediano o el grande. Según el espacio y los niños participantes podemos disponer los aros para que corran o para que salten entre ellos. Esta propuesta de juego puede combinarse con la utilización de músicas, para hacer los cambios de forma lenta o rápida (al ritmo de la música) o bien buscando que permanezcan estáticos cuando hay silencio y que se muevan cuando suene la música.
Conceptos dentro y fuera con botes
Los niños y niñas chiquitines se pasarán un buen rato metiendo y sacando piezas de botes de grandes dimensiones. De paso, ejercitarán la psicomotricidad fina. En la imagen vemos un ejemplo con anillas de colores, pero se pueden utilizar piezas de construcción, pelotas pequeñas u otros juguetes, siempre teniendo en cuenta que no supongan algo demasiado pequeño que pudiesen ingerir.
Dentro y fuera con psicomotricidad gruesa
El juego de los aros mencionado anteriormente para practicar los tamaños se puede realizar también para practicar los conceptos dentro y fuera. De nuevo, las indicaciones para la conducción del juego serán más atractivas si se combinan con música, palmas o sonidos a cuyo ritmo los participantes se deban desplazar.
In & Out con cajas
Cualquiera de los juegos que se relacionan en esta página puede enriquecerse incorporando términos en inglés. Es muy divertido repasar inside – outside con cajas. Si estas son grandes y permiten a los niños y niñas introducirse en ellas, el éxito está asegurado.
Trazamos números con estimulación sensorial
Introducir a los niños y niñas en el trazo de los números no tiene por qué hacerse siempre con cera o pincel. Vemos un ejemplo muy divertido y sencillo en la imagen superior: provistos de una bandeja con arroz y una plantilla con el número, animamos a la niña a trazar el número 1 con el dedo. Esta actividad resulta muy atractiva sobre una mesa de luz, pero si no disponemos de ella siempre podemos recurrir a recipientes que tengamos en casa.
Asociamos números y cantidades
Una de las tareas importantes de la iniciación a los conocimientos matemáticos es la interiorización de las cantidades: dónde hay más y dónde hay menos cantidad. En esta imagen vemos dos ejemplos de juego para que las niñas se fijen en las distintas cantidades. En un caso se trata de reproducir sobre la plantilla de base las «porciones de pizza» que representan el número indicado. En el otro caso la niña debe introducir en el vaso tantos pompones como muestre la plantilla.
Pompones en tapas de botellas
Este ejemplo tiene el mismo objeto que el anterior: hacer que la niña asimile la cantidad que representa un número. Mientras se afana en la tarea de psicomotricidad fina que supone colocar un pequeño pompón en cada tapa, irá descubriendo que el número 9 significa una cantidad mayor que el número 3, el 2 o el 4…
Puzles con motivos y números
Mediante el entretenimiento del puzle este juego busca también que los participantes asocien el número con la cantidad que representa.
Asociación de formas mediante el puzle
El puzle es un juego básico y muy enriquecedor, en sus distintas modalidades, apropiadas para distintas franjas de edad y habilidad. Los primeros puzles, los de piezas encajables que disponen de un tirador, permiten a los niños y niñas adquirir nociones de forma y dimensión.
Asociación de orden y formas poniendo la mesa
Si disponemos de menaje de material liviano y que no se rompa, podemos poner fácilmente en práctica este juego, que les resulta muy entretenido. Mediante una plantilla mostramos la ubicación de los elementos que hay que colocar cuando ponemos la mesa: plato, vaso y cubiertos. Como en la imagen, también podemos fabricar nuestro menaje con cartulinas de forma sencilla. Los participantes deberán colocar de forma apropiada los distintos elementos sobre la plantilla. Un paso posterior será que los coloquen sin la plantilla. Aprendemos sobre orden y formas y también a compartir tareas del hogar.
Localizar parejas
Por último, recomendamos un clásico que siempre entretiene y al tiempo permite ejercitar numerosas habilidades: discriminación cromática, identificación de formas, la memoria y por supuesto la atención y concentración. Se trata de utilizar fichas con distintas imágenes que estén repetidas por parejas. A los más pequeñitos podemos entregarles una ficha en la mano, para que busquen la otra igual. Con mayor edad el juego puede consistir en reunir la mayor cantidad de parejas posibles. De los motivos que figuren en las tarjetas dependerá el grado de dificultad. En casa también podemos jugar a emparejar calcetines, tarea en la que el tamaño se convertirá en otra de las variables de discriminación.
Todos los juegos aquí mencionados permiten numerosas variantes, en función de los materiales o juguetes de que dispongamos en casa. ¿Cuál es el juego matemático que más entretiene ahora a tu peque?