16 juegos con agua para que se lo pasen pipa
Estamos en días de calor, y si no podemos ir a la playa, al río o a la piscina, no por ello nos quedamos sin fórmulas para que los más pequeñines de la casa disfruten cada día con juegos fresquitos y muy divertidos. Si además con todos ellos aprovechamos para desarrollar un aprendizaje, ¿qué más podemos pedir? (Solo un poquito de paciencia para recoger al final, eso sí). Pues a continuación te contamos un total de 16 actividades que ponemos en práctica a menudo en la escuela y que de forma sencilla se pueden organizar en el patio, en el jardín o incluso en una estancia diáfana con la que podáis contar. El agua es el elemento en común de las siguientes propuestas:
1. Recipientes dentro de recipientes
Es una actividad de lo más sencilla, que les permite practicar la psicomotricidad fina. No necesitamos de demasiada infraestructura, simplemente recipientes que nos permitan introducir una cantidad de agua considerable, junto con otros más pequeñitos y de distintos tamaños. Debemos animar a los participantes a tomar agua con un recipiente y verterla en los otros, llevar agua de un punto a otro con los recipientes pequeños, vaciar los recipientes de un color e los del otro…
2. Hielo de colores
Los días más calurosos nos animarán a poner en práctica esta actividad creativa. De nuevo, los niños y niñas ejercitarán la psicomotricidad fina y pondrán fascinarse haciendo trazos de colores sobre el papel. Este tipo de actividad promueve su creatividad y también la discriminación cromática. ¿Qué necesitamos? Solamente agua y colorante alimentario, para crear los divertidos cubitos que les fascinarán.
3. Ordeñamos vacas
Esta actividad le rechifla, y a través de ella les hablamos sobre la leche y sus derivados que nos proporcionan las vacas, cabras y ovejas. Con una base de cartón se puede crear de forma sencilla una vaquita. Un guante de látex hará las veces de ubre, que debemos llenar con agua, a la que podemos añadir un poquito de leche para darle el color blanco. El juego será llenar el cubito de leche. Mientras se afanan en el objetivo, practican el agarre y la pinza. Los niños y niñas que sean un poquito más mayores también se lo pueden pasar genial con este juego, si les retamos para ver quién llena antes el cubo.
4. Una playa en miniatura
Otra actividad que conjunta creatividad y agua es la creación de una «miniplaya», para la que nos valdremos de agua con colorante azul y conchas. Usaremos una bandeja como base. Con el agua y las conchitas se entretendrán un buen rato, y más si disponen de figuras de juguete a las que puedan «invitar» a visitar su playa particular. Con la preparación de este pequeño escenario los niños y niñas no solo practican la psicomotricidad fina, sino también la concentración.
5. Creatividad con agua coloreada
Esta propuesta busca que los participantes dejen libre su imaginación y disfruten creando trazos sobre un papel de grandes dimensiones. La idea es contar con recipientes bajos con agua coloreada en distintos tonos (usando colorante alimentario, para que sea inocua). Posteriormente les invitaremos a pintar sobre el papel, de forma divertida, utilizando muñecos que usarán a modo de sello (por ejemplo figuras de animales), o bien vehículos de juguete, para estampar sus ruedas. ¡Les encantará!
7. Globos de auga
Este es un clásico juego refrescante que siempre es un éxito y no podía faltar en esta lista. Solo le encontramos un defecto: la cantidad de tiempo de preparación no compensa respecto al brevísimo período de duración de los globos. Pero, ¿y lo bien que se lo han pasado?
8. Balsa de agua
La balsa de agua sorprende muchísimo a los niños y niñas. Para crearla se necesita un plástico de grandes dimensiones, de los que se utilizan para proteger superficies durante el bricolaje. Debemos doblarlo por la mitad, y con ayuda de una plancha y papel de horno sellamos sus bordes, dejando solamente un pequeño hueco para introducir una manguera. Cuando la balsa esté llena sellamos esa abertura de nuevo usando papel de horno como elemento separador, y unas planchas del pelo. Si previamente hemos introducido colorante azul, obtendremos un divertido océano sobre el que saltar y percibir sensaciones táctiles muy estimulantes.
9. Minipiscina
Aunque no tengamos un fabuloso espacio, la piscina hinchable siempre será un valor seguro para pasar una tarde fresquita y estupenda. No hace falta llenarla mucho, porque aunque simplemente les cubra los tobillos para estar tranquilos de que nadie se lleve un susto, los bañistas se lo pasarán en grande.
10. Mural sobre el océano
Usando un papel de grandes dimensiones y agua coloreada tenemos múltiples maneras de crear un mural sobre el océano. Collage, estampación, purpurina, fotos… La imaginación echa a volar con estas actividades colaborativas, con las que al final siempre acabamos también un poquito mojados. Podemos estampar con partes del cuerpo y convertir dichas estampaciones en olas, peces, pulpos…
11. Limpiacristales
Si dispones de un cristal a su altura, los niños y niñas disfrutarán enormemente haciendo un trabajo «de mayores» limpiando los cristales. Con rodillos infantiles de pintura y recipientes de agua podrán «limpiar» el cristal y, con toda seguridad, acabar bien fresquitos.
12. Pescando pelotas
Un juego que requiere de concentración y habilidad es la «pesca» de pelotas de plástico. Necesitamos un recipiente grande con auga, pelotas huecas de plástico de colores (es imprescindible que pesen poquito) y limpiapipas. A los limpiapipas les damos la forma que se ve en la imagen, para que tengan un aro que pueda sostener una pelota. Los participantes deben rescatar las pelotas del agua con el artilugio. Se lo pondremos más difícil mientras practicamos la discriminación cromática si cada uno tiene que recuperar las bolas de un determinado color.
13. Baño de gelatina
Los bebés siempre disfrutan en la bañera. Pero ¿y si les proponemos un baño distinto? ¡Qué extraño es estar en una bañera metido en color verde! ¡O rojo! Pues es muy sencillo darles esta sorpresa con una pequeña bañera o piscina hinchable y un poco de gelatina de colores. Disfrutarán de un baño muy fresquito y muy rico.
14. Bañamos animales
Este juego permite todas las variaciones que queramos. Podemos proponerles bañar animales, muñecos, vehículos… Si además tenemos la posibilidad de añadir un elemento como una pera, para que puedan coger agua y expulsarla sobre el muñeco, incorporamos al juego una nueva habilidad de psicomotricidad fina muy específica, pues deben practicar la pinza y apuntar con precisión. Un juego como el que vemos en la imagen nos lleva además a hablar de animales acuáticos y no acuáticos, así como de animales domésticos y salvajes.
15. Clasificación de colores
Esta propuesta se puede combinar con varios de los juegos mencionados. Un recipiente grande con agua y bolas de colores nos permite retar a los niños y niñas a juntar las bolas del mismo color. Si no tenemos bolas podemos echar mano de piezas de un juego de construcción, por ejemplo. De paso, contamos cuántas vamos cogiendo, repetimos los colores y los números en inglés…
16. Guerra de agua
Y finalizamos la lista con otro clásico imprescindible: la guerra de agua que tiene por objeto salpicar con agua al rival de cualquier forma posible. Al final todos acabaremos mojados. Cualquier juguete que expulse agua es genial para este juego, pero como la vida útil de este tipo de juguetes suele ser de lo más breve, sugerimos contar siempre con esponjas en la recámara. Estas nunca fallan, no se gastan y no hacen daño si se golpean con ellas o las pisan.
¿Os animáis a mojaros un poquito?