Técnicas de relajación para disfrutar cada minuto
La participación activa y plena del alumnado en cada actividad requiere contar con una buena predisposición por su parte. No es lo mismo disfrutar de un juego con agua en el patio que pintar un mural colaborativo o ensartar cuentas en un cordón formando series. Hay actividades que buscan ejercitar la psicomotricidad gruesa y otras que persiguen una estimulación sensorial que requiere concentración y fijar la atención en algo muy concreto. En ocasiones les pedimos que corran o salten, y en otros momentos queremos que permanezcan sentados para escuchar un cuento o visualizar una sesión de bits de inteligencia.
Son muchas las situaciones en las que a los adultos nos cuesta concentrarnos cuando para hacer una tarea debemos olvidarnos del frenesí del resto del día, o de las cosas que aún quedan pendientes en nuestra lista de la jornada. Con mayor razón para los niños y niñas del primer ciclo de educación infantil requiere tiempo serenarse después de haber estado muy activos.
Por ello las técnicas de relajación en el aula son primordiales para preparar determinadas programaciones del día. Los ejercicios de relajación disminuyen la tensión muscular y la presión sanguínea. Reducen el estrés muscular y mental y conducen al bienestar global del cuerpo. Resultan especialmente beneficiosos para los niños y niñas muy nerviosos, inseguros o tímidos, pues disminuyen la angustia y promueven la concentración en el propio cuerpo. De hecho muchos ejercicios guiados de meditación, también aquellos dirigidos a los niños, hablan de estar en armonía con nuestro cuerpo, ser amigos del propio yo.
Una de las técnicas de relajación que suelen usarse con los pequeños es la de alternar movimientos de tensión y de relajación muscular, instándoles a hacerlos a través de un juego. Esta alternativa es muy útil para reducir progresivamente su excitación tras una actividad previa en la que se hayan movido mucho.
También es muy beneficiosa la meditación guiada mencionada anteriormente. Es conveniente que sea propuesta una vez que los niños y niñas ya están más relajados, de tal forma que puedan concentrarse en la audición, tendidos en el suelo en una postura cómoda, con los ojos cerrados. Existen muchos libros en el mercado sobre meditación infantil que incluyen audios para poder realizar este tipo de ejercicios. Para los escolares de este ciclo educativo es recomendable que sean de corta duración. Este tipo de temas suelen consistir en una suave voz que les cuenta una historia para que sigan con su imaginación. Por supuesto, estar en silencio y escuchar una música serena siempre es una buena opción para finalizar una sesión. Podemos invitar a los niños a ayudar a su compañero a relajarse, con ayuda de masajes realizados con una pelota, como refleja la imagen superior, tomada en Trastes Puertollano.
La práctica de técnicas de relajación no solo sirve para buscar el mayor aprovechamiento de todas las programaciones de aula, sino para introducirlos en los beneficios de este hábito para el resto de sus vidas. Es muy positivo también hacer actividades de relajación en familia, que hacen posible crear momentos de serenidad y paz muy placenteros de forma conjunta. Aquí os dejamos una serie de propuestas para cuando queráis ponerlas en práctica.