Adaptación de alumnado y familias a las rutinas del proyecto educativo
Llevamos ya una semana del nuevo curso escolar 2023-24. El mes de septiembre es de mucho ajetreo en la escuela. Muchas familias inician el proceso de adaptación, en el cual los niños y niñas asisten al centro en horarios especiales, establecidos para que incrementen gradualmente su estancia en el aula y se vayan habituando al nuevo espacio y al personal docente. Al mismo tiempo, el alumnado que ha cambiado de curso, ya en su horario completo, se va familiarizando con su nueva clase y las rutinas de su nuevo período escolar.
También para las nuevas familias este es un mes de adaptación. En muchos casos, porque se trata de la primera escolarización de su hijo o hija, lo que supone acostumbrarse a una nueva dinámica familiar. Por otra parte, las familias que se incorporan por primera vez a Trastes, en cualquiera de los cursos del primer ciclo de educación infantil, entran en contacto con una rutina de trabajo que precisa de su colaboración para poder desarrollar adecuadamente el proyecto educativo.
Trastes Centros de Educación Infantil desarrolla un programa educativo basado en la estimulación temprana, que tiene objetivos establecidos para cada curso escolar y, en particular, para cada alumno o alumna en función de su edad y desarrollo. El equipo docente tiene preparados para cada jornada nuevos juegos y propuestas lúdicas para que el alumnado trabaje, sin darse cuenta, una serie de objetivos educativos. Por ello están planificados los tiempos de cuidado asistencial (alimentación, higiene y descanso) y los tiempos de actividad educativa, en los que no deben producirse interrupciones por entradas o salidas de alumnado.
Así pues, es muy importante la colaboración de las familias a la hora de respetar los horarios de la escuela, para facilitar el trabajo de aula y el aprovechamiento de las actividades programadas. Estas suelen dar inicio con la asamblea, en la que se incentiva el desarrollo de la expresión oral y, a partir del curso de 1 a 2 años, se trabajan numerosos conceptos del mundo que nos rodea (el espacio-tiempo, el clima, los números, los animales, la familia, etc.), así como la iniciación a la lectoescritura.
Después de la asamblea el alumnado tiene otras dos sesiones de juego antes de la hora de comer. Dichas sesiones contendrán siempre múltiples objetivos educativos, aunque el foco principal podrá ser la psicomotricidad gruesa, los juegos matemáticos, el juego por rincones, el juego heurístico, Green World, música… El calendario semanal del equipo docente garantiza que se alternen las actividades de las distintas áreas de desarrollo, para trabajar por igual los tres ámbitos establecidos en el currículo educativo del período 0-3 años: crecimiento en armonía; descubrimiento y exploración del entorno; y comunicación y representación de la realidad.
Entre juego y juego, el alumnado se familiariza con rutinas de la parte asistencial que son esenciales para la progresiva promoción de su autonomía: desde el cambio de pañal hasta el inicio del proceso de control de esfínteres, el lavado de manos, beber agua de un vaso… La mañana se da por finalizada a la hora de comer, otro momento del día que también será para aprender y para inculcar sanos hábitos alimenticios.
El alumnado que asiste a la escuela por la tarde cuenta con el mismo programa educativo, y de nuevo el centro agradece a las familias que respeten los tiempos de actividad educativa para que los niños y niñas tengan ese espacio de juegos educativos sin el trasiego de idas y venidas y sin timbres que entorpecen la atención.
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