El mejor gimnasio para los bebés: el suelo

/ octubre 29, 2019/ Proyecto educativo

Las actividades de psicomotricidad son esenciales en toda la etapa infantil, pero si duda tienen una importancia trascendental en el programa educativo de 0 a 3 años. En Trastes cada programación semanal incluye nuevas propuestas para ejercitar la psicomotricidad, tanto gruesa como fina. En el aula de bebés, la psicomotricidad gruesa es la protagonista para los niños y niñas de más corta edad, por ello el tummy time, o tiempo boca abajo, sobre sus barriguitas, es fundamental para adquirir fuerza y nuevas habilidades.

En la imagen superior podemos ver a dos alumnos de Trastes Parquesol (Valladolid), durante una actividad de psicomotricidad que tiene por objetivo el fortalecimiento de espalda, cuello y extremidades. Con ayuda de espejos la educadora incita a los alumnos a elevar su torso apoyados sobre sus antebrazos. Practicar esta postura les llevará muy pronto a poder sostenerse apoyándose solo en sus manitos.

Para los bebés este ejercicio supone un importante esfuerzo, puesto que su cabecita representa aproximadamente una tercera parte del peso de su cuerpo. Ejercitarse en esta postura constituye una parte muy importante de su desarrollo, tanto en el ámbito psicomotriz como en el cognitivo, puesto que estar boca abajo les lleva a interactuar de forma diferente con el mundo que les rodea. Pensemos que la postura habitual de los bebés estar boca arriba. Esta es una posición más pasiva, que les lleva a centrarse en quien le sostiene, o en los elementos que ponemos ante su carita, a su alcance.

Cuando el bebé está boca abajo no solo hace un ejercicio físico diferente, sino que observa su entorno desde un nuevo punto de vista y con mayores posibilidades de autonomía. El tummy time lleva al volteo, a arrastrarse, a rodar… Y de forma progresiva conducirá al alumno hacia el gateo. En todas estas alternativas de movimiento el bebé observa la posibilidad de alcanzar o tocar nuevos objetos.

Por ello, es muy recomendable dejar al bebé sobre el suelo, en una superficie cómoda y con objetos apropiados a su alcance. Como veis en la fotografía, su propio reflejo es uno de los atractivos elementos que fomentan su juego. Si el bebé todavía es pequeño para este ejercicio, es útil tomarlo en nuestros brazos también hacia abajo, sosteniéndolo por su barriguita. El pequeño se familiariza así con esta postura, en la que comenzará a ejercitar su cuello y espalda para levantar la cabeza.