¡Miau! ¡Guau! ¡Beee! ¡Cococó!
Perros, gatos, gallinas, cerdos, burros, corderos… ¡Los niños los adoran! ¿Por qué suscitan tanta pasión? ¡Miau! ¡Guau! ¡Beee! ¡Cococó! Los bebés son únicos para imitar los sonidos de los animales: ¡nunca se equivocan! Jamás atribuyen, por ejemplo, el balido de la oveja al gallo. En el caso de Trastes Santiago, sin duda esta habilidad se la deben a la profe