Prestemos atención a los hábitos posturales
A menudo adoptamos posturas incorrectas que son perjudiciales para nuestro cuerpo. Es muy útil tratar de que nuestros hijos e hijas mantengan posturas correctas ya desde pequeñitos. Existe una amplia variedad de bibliografía que nos puede ilustrar sobre los hábitos posturales y sus consecuencias. Un ejemplo es el manual Pediatría con sentido común de los doctores Eduard Estivill y Gonzalo Pin. Este libro incluye un apéndice conciso y claro sobre hábitos posturales correctos e incorrectos en cada etapa de la infancia, para que los padres y madres tengamos en cuenta cuando observemos a nuestros hijos en su quehacer diario.
Para la época de lactancia, los doctores ponen su atención en las posturas del bebé acostado, dado que es como pasa la mayor parte de su tiempo. Apuntan como correcta la postura boca arriba para dormir, así como la postura boca abajo durante el día (cuando está despierto y vigilado), para estimular la musculatura del pequeño y evitar deformaciones craneales. Consideran incorrecta la postura boca abajo para dormir.
Durante la primera infancia, debemos prestar atención a la forma que tiene el niño de sentarse sobre el suelo. Es correcta la postura con las piernas cruzadas (a modo de indio), pero no la postura en W, cuando el niño se arrodilla en el suelo y termina sentado con los pies hacia fuera a ambos lados. Para dormir, el manual nos indica que es correcto que lo hagan de lado, siempre y cuando usen una almohada adecuada para evitar la curvatura de la columna. Si suermen boca abajo debe elevarse la pelvis y el vientre con una almohada. Es conveniente además tener en cuenta que una almohada demasiado alta sobrecarga muchas zonas de la espalda.
En lo referente a la etapa escolar, debe prestarse atención a las posturas relacionadas con la lectoescritura y el estudio, pues en ellas pasan una gran parte de su tiempo. Es importante que se sienten con los pies apoyados en el suelo, con el ángulo de caderas y rodillas de 90 grados, y con un respaldo bajo que permita el apoyo lumbar. Se recomienda que la mesa de trabajo esté un poco inclinada, con una altura que permita que los brazos descansen sobre él. Es negativa la postura acostado boca abajo (usada a menudo para leer en cama o en el sofá), porque puede dañar el desarrollo de la curvatura natural de la columna. Lo mismo sucede con el hábito de estar sentado en el borde de la silla o encorvado hacia delante.
Por último, los autores de Pediatría con sentido común recomiendan que los escolares usen mochilas con las dos asas colocadas sobre los hombros para que el peso vaya repartido. Es malo para la columna llevar la mochila colgada de un solo hombro o muy baja.